Puede que hayáis notado que soy un
poco friki. Quizá por mi amplia experiencia en videojuegos, series,
libros, películas, mangas, anime... Vamos, que exudo extracto friki,
para que engañarnos. El caso es que la entrada de hoy versa sobre
uno de mis pequeños hobbies: las novelas visuales.
Este juego, oh, lector@s mí@s, es la
razón por la que me he pasado el último fin de semana sin dar palo
al agua. No he hecho absolutamente nada. Apenas he corregido,
actualizado mis redes sociales ni dormido (bueno, ahí también entran
el calor y la sequedad de Madrid), lo que me lleva a determinar que
este juego es un invento de mis competidores escritores para arruinar
mi meteórica carrera literaria.
…
Vale, puede que no sea muy probable,
pero me gusta pensar que sí. Punto.
Así que, sin más dilación, os dejo
con:
“999: Nine Hours, Nine Persons, Nine Doors”

Bueno, este juego lo encontré mientras
veía por enésimoquinta vez el opening de Time Hollow, otra novela
visual parecida, y me lo descar... compré legalmente a través de
internet, importado desde América. Y me lo trajeron en unos 4
minutos, más o menos. (Sí, creo que eso cuela...)
Para quienes no lo sepan, una novela
visual es un tipo de videojuego muy popular en Japón, y no tanto en
el resto del mundo. La emoción no reside en luchar usando magia,
hacer galletas ni aprender inglés; es algo más completo, al menos a
mi entender: aquí el placer radica en la historia. Depende del
videojuego tendrás más o menos libertad de actuación, pero la
parte importante es el argumento, que se desarrolla en gran medida
sin que tengas que intervenir. Claro está, también hay puzles,
acertijos y cosas así, pero su relevancia es mínima.
Este en concreto tiene muuuuucha historia y muy pocos puzles. Puedes pasarte media hora tranquilamente leyendo antes de que te toque hacer nada. A pesar de todo, la historia es curiosa e interesante, aunque es difícil pillarla; de hecho, teniendo como tiene seis finales distintos, hasta que no los ves todos no terminas de encajar la última pieza. Por otra parte, los acertijos son muy variados, no se repiten lo más mínimo y la dificultad cambia de uno a otro con tendencia al alza. A menudo tienes que moverte por la habitación, buscar un objeto que necesites, conseguir otra cosa... Todo esto aderezado con conversaciones que van desde la filosofía profunda/rayada mental hasta el humor más tonto, pero los diálogos son fáciles de leer y se encadenan bien. A partir de la tercera vez que te pasas el juego ya se hacen un poco cansinos, pero siempre te queda la posibilidad de pasarlos a toda prisa.
Este en concreto tiene muuuuucha historia y muy pocos puzles. Puedes pasarte media hora tranquilamente leyendo antes de que te toque hacer nada. A pesar de todo, la historia es curiosa e interesante, aunque es difícil pillarla; de hecho, teniendo como tiene seis finales distintos, hasta que no los ves todos no terminas de encajar la última pieza. Por otra parte, los acertijos son muy variados, no se repiten lo más mínimo y la dificultad cambia de uno a otro con tendencia al alza. A menudo tienes que moverte por la habitación, buscar un objeto que necesites, conseguir otra cosa... Todo esto aderezado con conversaciones que van desde la filosofía profunda/rayada mental hasta el humor más tonto, pero los diálogos son fáciles de leer y se encadenan bien. A partir de la tercera vez que te pasas el juego ya se hacen un poco cansinos, pero siempre te queda la posibilidad de pasarlos a toda prisa.
Un punto muy bueno de este juego es que
todos los temas de los que hablan son verdad. Es decir, no todos
TODOS, eso lo dicen desde el principio, pero lo que comentan sobre la
teoría del Campo Mórfico, los científicos a los que mencionan, la
existencia de los gemelos del Titanic (el Olympic y el Gigantic), el
Ice IX que se funde a una temperatura muy elevada, y hasta lo de los
cristales de glicerina tiene cierta parte real. A lo tonto, aprendes
una serie de curiosidades bastante raras, y puede que acabes
intentando mandarle mensajes telepáticos a tu familia. Os lo aviso:
no funciona. Jo, con lo guay que habría sido convertirlos en mis
marionetas...
Bueno, el protagonista principal es
Junpei, que lleva el brazalete no. 5. Un chico majo, hábil con los
puzles, de menos de 20 años. Se empeña en cuidar de todos, nunca quiere
dejar a nadie atrás y, aunque él no se dé cuenta del todo, está
enamorado hasta las cejas de June, la del 6. Luego están Snake y
Clover, que son hermanos (él es ciego, le encanta leer y sabe mucho de
casi todo; ella, por otro lado, es infantil y divertida, encantadora, y nunca se
aleja de Snake), Lotus (una mujer vestida de bailarina que llena el
cupo de pechos exigido por videojuego), Seven (que parece un pescador y tiene
amnesia), Ace (que luego resulta ser el cruel dueño de una
empresa que emprendió un juego similar nueve años antes), Santa
(bueno... es majo, tiene su punto sensible y una parte trágica que
hace que quieras abrazarlo y consolarlo, pero también un poco tosco
por momentos), June (mona, encantadora, dulce... prototipo de novia
de protagonista, nada que añadir) y el tío del 9 que... Bueh, os lo
destripo, tampoco es tanto spoiler: la palma casi al principio del
juego.
Lo que me recuerda que hay una serie de
escenas de gore, pero solo te ponen una imagen de una mancha de
sangre mientras en la pantalla de abajo te dan una descripción del cadáver y las vísceras. Nada demasiado morboso, yo les doy mil vueltas en cuanto a
sadismo, así que, aprensivo o no, no creo que debas tener muchos
problemas para poder jugarlo.
Bien, el final (el de verdad, que es
dificilillo de conseguir) demuestra el origen japonés del juego. No
solo por el juego “q” y “9” (9 se lee kyu, igual que la q en
inglés), sino por lo enrevesado que resulta: resulta que Zero
montó una réplica del mismo juego de 9 años antes para salvarse a
sí misma, ya que la June del pasado tiene la capacidad de acceder al
campo mórfico, donde el tiempo no es una barrera, y conectar con el
Junpei del futuro para ayudarse a resolver los puzles. Vamos, que
es una ida de olla de las gordas, pero de alguna forma lo explican
todo despacito para que no te pierdas. Por cierto, una recomendación:
aguantad los créditos, porque luego viene una animación en la que
terminan de aclararte algunas cositas, aparte de meterte un final de
esos tipo “tú eliges qué demonios ha pasado aquí, que yo no
quiero currar más”.
Por lo demás, los dibujos son bastante
buenos, y las animaciones (aunque escasas) también están muy bien;
el diseño de los personajes es curioso, variopinto, y cada uno tiene
una personalidad distinta así que, por narices, con alguno
terminarás encajando; los sonidos y la banda sonora son más bien
buenos, aunque no los mejores que he visto, y los diálogos pueden
terminar haciéndose un poco cargantes; y, con respecto a los puzles,
son complicados, pero no imposibles. Cualquiera que se haya pasado el
Profesor Layton podrá con este juego sin ningún problema, porque,
como ya he dicho, lo importante del videojuego es la historia. Que,
por si no estaba claro, es muy buena y completita, justo como a mí
me gustan.
No tengo mucho más que decir, salvo
que recomiendo este juego a cualquiera que disfrute de una buena
novelilla (y tenga un emulador... digo, NDS); ahora tengo que ponerme
a corregir como un loco para recuperar el tiempo perdido, hacer unos
pocos deberes que tengo y ponerme al día con mi Twitter y mi
Facebook, a ver si ha pasado algo interesante mientras estaba en el
barquichuelo. Sabéis que cualquier comentario se acepta con gran
ilusión, y si alguien conoce algún juego similar siempre puede
recomendármelo y haré una crítica cuando lo termine. Y ahora me
vuelvo a la Ciudad de las Palabras Olvidadas :)
PD: El juego nunca se llegó a sacar en España, así que solo es accesible en japonés e inglés. Recordad encargarlo desde USA para cumplir con las leyes vigentes... (Pfffjajajajaja)
No hay comentarios:
Publicar un comentario